Por Alex Stein.
A punto de terminar la formación de consultoría en Análisis Existencial (AE) y como practicante de meditación, ya durante varios años, me di cuenta de que existen muchos puntos de encuentro entre ambas prácticas. La intención de este artículo es explorar algunos de ellos, y establecer algunas líneas de trabajo de cómo AE y meditación se podrían reforzar mutuamente.
De partida, ambas son prácticas fenomenológicas, o al menos se encuentran incluidas dentro de una visión fenomenológica de la vida. La definición psicoterapéutica del AE no podría ser más clara al respecto: “Una psicoterapia fenomenológica personal cuyo objetivo es ayudar a la persona a alcanzar un vivenciar libre (mental y emocional), tomas de posición auténticas y un trato auto-responsable consigo mismo y con el mundo.”
Los mismos grandes temas enunciados en esta definición también son los grandes temas de la meditación: la mirada fenomenológica, la libertad (interior), y una conexión y relación auténtica con la vida.
Ahora, los términos auténtico y conectado, en la meditación adquieren un significado más bien ligado a la trascendencia y a la interconexión, y por ello la autenticidad se logra en la “suspensión del ego y su ilusoriedad” (1). Esto puede parecer casi, por definición, ajeno o contradictorio a la psicoterapia, pero no lo es tanto si se le enmarca bajo la necesidad de buscar la esencia en el ámbito del espíritu. En AE, decimos que la búsqueda de la esencia está centrada en conectarse con la Persona (en este caso bajo un doble significado, la persona como individuo, y la Persona como el aspecto espiritual de ese mismo individuo).
Veamos por otra parte entonces también algunas definiciones de meditación (a propósito incluyo sólo las definiciones de autores muy conocidos y cercanos a la práctica de la psicología):
• Naranjo (2011) “fenómeno mental polifacético que entraña la suspensión del ego o su ilusoriedad”
• Goleman (1977) “todos los sistemas de meditación son variaciones de un proceso único para la transformación de la conciencia”
• Osho (1980) “Meditación es un estado de no-mente. Meditación es un estado de conciencia pura, sin contenido”
• Kabat-Zinn (2006) “Mindfulness (2) significa poner atención de una manera particular; a propósito, en el momento presente, y sin
juzgar”
• Calle (2001) “Siempre que estás atento estás en meditación. Si estás atento mientras trabajas estás en meditación. Si permaneces
alerta mientras saboreas tu taza de té, estás en meditación. Si permanece lúcida tu conciencia mientras amas, estás en meditación. Si
estás consciente mientras mueres, mueres en meditación.”
La meditación tiene muchísimas formas y métodos. A veces, es sólo estar presente, otras, es sólo ver lo que sucede ya sea en la mente o en el cuerpo. Pero también, puede ser un diálogo profundo con uno mismo, la observación intuitiva de un tema relevante o incluso la interacción en silencio con el otro. También puede ser simplemente caminar y estar consciente de ello, o lavar los platos y estar consciente de ello, o cualquier otra actividad, siempre que se esté presente y consciente.
Revisaré entonces algunos de estos temas en que se enlazan los conceptos y métodos del AE con la meditación, partiendo por la mirada fenomenológica y el modelo estructural del AE (3), que son las Cuatro Motivaciones Fundamentales de la Existencia (4MF) (Längle, 2008)(4) :
1. La motivación para la supervivencia física y para el manejo psicológico del Dasein, es decir, para el poder ser.
2. La motivación del placer psicológico de vivir y de vivenciar su valor: el deseo de vivir.
3. La motivación de la autenticidad y legitimidad personal: el permitirse ser de determinado modo.
4. La motivación para el sentido existencial y para el desarrollo de lo valioso: el deber actuar.
En relación a la mirada fenomenológica
Uno de los principios básicos de cualquier meditación es la suspensión o puesta entre paréntesis de los supuestos del discurso habitual. Eso se logra ya sea “interponiendo” el discurso mediante la repetición de un mantram -acorde a la tradición religiosa de cada cual: cristiana (oración de jesús), budista (mantram del budismo tibetano), musulmana (oración del sufismo), etc.- practicando la atención plena, o cualquier otro método, todas ellas formas de silenciar o apaciguar la mente.
Eso es plenamente coincidente con la actitud fenomenológica de poner entre paréntesis (epojé) para poder abrirnos al fenómeno mismo y a su real profundidad.
Tanto la meditación como la mirada fenomenológica pretenden captar ese algo subyacente que es único e intuitivo, más allá de la mirada racional.
En ese sentido, la meditación es una práctica fenomenológica que podría ser útil al terapeuta para predisponerse interiormente a una actitud –valga la redundancia- fenomenológica de encuentro con el otro que es esencial en el AE.
En relación a la Primera Motivación Fundamental (1ª MF): Poder Ser
En el AE la pregunta fundamental de la existencia, ¿puedo ser? se articulan en dos actividades: soportar (= tener la fuerza) y aceptar (= tener las condiciones) que son ambas un “dejar-ser”. A su vez las condiciones para poder-aceptar y poder-soportar son: Protección, Espacio, Sostén. “Si faltan, aparecen la intranquilidad, la inseguridad, la angustia. Mediante ellas obtenemos confianza en el mundo.” (Längle, 2008). Y así se llega a “la experiencia ontológica fundamental que “siempre hay algo” que da sostén y es más grande que uno mismo -un mundo, un orden un cosmos, una nada, un Dios” (Längle, 2006).
La aceptación profunda del momento presente, de la vida tal como se presenta, es un gran tema en la prácticas de meditación tipo “atención plena”. El presente remite siempre a lo que hay, a lo que es, a la actividad que se está realizando en el momento, pero también renuncia a lo que no es, a la ansiedad de lo que vendrá.
La práctica de la meditación también ayuda en el cultivo de lo que el AE llama la Confianza Básica o Fundamental.
En la práctica de la meditación uno parte del supuesto de que se puede expandir la consciencia, o dicho de otra manera que puede abarcar cada vez “más realidad”, y además de que esa “cada vez más realidad” no va a terminar con un hoyo negro al que me voy a caer. Por el contrario, la experiencia de aquellos que se han dedicado a este “viaje interno”, es de que éste es reparador, y de que la “expansión de la consciencia” (5) es más bien una experiencia cada vez más incluyente que apunta a un piso común.
Una propuesta de ejercicio de meditación que he practicado y que podría ser útil para fortalecer esa Confianza Fundamental, accediendo a un diálogo profundo con uno mismo, es el ejercicio de invocar durante unos cinco minutos lo más profundo o trascendente en uno (lo “espiritual”, o como uno quiera verlo desde su propia creencia), esperar unos cinco minutos, y luego dar una respuesta desde lo más profundo que se pueda, tratando de que la espera sea efectivamente un momento de silencio (o epojé, en lenguaje fenomenológico). Esta misma meditación, en su aspecto de acceso a la “Persona” (en AE en mayúscula para denominar el aspecto espiritual de la persona), nos lleva a la tercera motivación fundamental.
En relación a la 3 Motivación Fundamental (3ª MF): autenticidad y legitimidad personal: el permitirme ser así como soy
En la 3ª MF se trata de lo propio, de la singularidad: “esto lo pone a uno ante la cuestión fundamental del ser persona: Yo soy yo..¿me permito ser así?”(6). Las condiciones para la autoestima y la formación del yo, son Consideración, Trato Justo y Aprecio. Estas mismas actividades, desde lo interno, son la Auto-percepción por toma de distancia (auto-distanciamiento), Tomarse en serio a si mismo, y Juzgarse y Apreciarse por Toma de Posición hacia sí.
Un aspecto de la meditación que se relaciona con la 3ª MF es que, independiente del tipo de meditación que se practique, en ella siempre sucede una especie de autodistanciamiento (AD). Por ejemplo en la meditación del tipo “mindfulness” mencionada para la 1ª MF también se está consciente de eso que está sucediendo: “Cuando un monje camina, sabe: estoy caminando”. Cuando está sentado, sabe: “estoy sentado”. Cuando está tumbado sabe: “estoy tumbado” (..)” (7)
La meditación lleva naturalmente a una capacidad de distanciarse y de “ver” sus pensamientos, emociones y acciones. Es una muy buena herramienta para descubrir y poner entre paréntesis los propios supuestos.
A modo de cierre, quisiera decir que para mí la meditación ha sido una experiencia de permanente exploración interna, y por qué no decirlo, profundamente satisfactoria. Es una práctica habitual cuyo sentido es abrirme y conectarme con un espacio de profundidad, serenidad y libertad. Y como decía arriba también es una forma de revisar en qué estoy.. Puede ser un gran apoyo a la labor terapeútica.
Alex Stein
Empresario
Alumno de Consultoría en Análisis Existencial, ICAE
alexsteinr@gmail.com
(1) Naranjo, 2011
(2) Conciencia o Atención plena. Meditación proveniente de la tradición budista uno de cuyos exponentes más conocido es el monje vietnamita
Thich Nhat Hanh (ver “El milagro de mindfulness”)
(3) Por razones de espacio, en este artículo sólo vamos a desarrollar aspectos de la 1ª MF y 3ª MF.
(4) Längle, 2008. La espiritualidad en psicoterapia. Entre inmanencia y trascendencia en Análisis Existencial.
(5) Consciencia con “s” en AE refiere a un estar atento, presente, sin embargo, en AE se distingue también Conciencia sin “s”, que refiere a la
Conciencia Moral, es allí donde se da la intersección de lo propio del individuo con lo común a todos. Esta distinción no es tenida en
cuenta en otro modelos.
(6) Längle, 2008. Este permiso, en su contraparte interna: “…¿me lo permito yo también, ser así como soy”
(7) Hanh, 1975. Texto budista. De “Sutra de la Atención”.