Editorial, por Michèle Croquevielle


Estimadas y estimados lectores

Con gran alegría los invitamos a recorrer las páginas de este 1er número de nuestra revista EXISTENCIA – vivir con Decisión.

A quienes conocen ICAE (Instituto Chileno de Análisis Existencial) quizás no les llame la atención cómo la bautizamos: Existencia, pues ya saben que nuestra mirada, no solamente terapéutica, sino de la vida, es Existencial, y con ello apostamos por una vida con libertad,toma de posición y con decisión.

Existir, no es lo mismo que vivir, pues para lo primero requiero ser capaz de mirarme desde una cierta distancia (pensarme). No basta con ser o estar vivo (un animal, una planta no puede hacer eso de “existir”). No basta con respirar, ni tampoco basta con el sólo sentir. Existir es una capacidad propiamente humana, pero que no siempre actualizamos.

Existir implica trascender, es salir de sí mismo para ir al encuentro del otro, de lo otro,del mundo, de mí mismo. Y eso queremos que sea esta revista: un encuentro entre el Análisis Existencial y el mundo que nos rodea, un encuentro, un diálogo entre los seres que somos (cotidianamente) y aquello que nos rodea, nos toca, nos importa. Por todo esto los invitamos a participar de este proyecto de encontrarnos y re-encontrarnos cada 2 meses a través de estas páginas, a las que serán muy bienvenidos sus aportes y comentarios.

El año pasado tuvimos la visita de nuestro gran amigo y profesor el Dr. Alfried Längle[1], quien vino a desarrollar una serie de actividades organizadas por ICAE: Seminario La Fenomenología en la práctica terapéutica; conferencia Tiempo sentido, tiempo con Sentido; seminario Método AEP, para los alumnos de nuestro Postítulo.

¿Qué fue lo común a estas extraordinarias instancias?

Justamente la EXISTENCIA. Längle con su gran sencillez y cercanía, nos mostró en el seminario sobre Fenomenología, los pasos para una actividad tan cotidiana como lo es el Percibir. Diariamente nos contactamos con  nuestra pareja, nuestros hijos, una canción, un paisaje, una copa de vino…pero ¿realmente los vemos? O bien, ¿nos hemos sentido vistos, percibidos por el otro? La música de fondo, ¿es de fondo o me conecto con ella? La conversación con mi amigo ¿es a la rápida, a la pasada?, o ¿pude sentirlo, percibir cómo estaba? Para poder “ver con el corazón”, para poder ver lo esencial, requiero que mi ser esté asegurado, como primera cosa. Si estoy inquieto, ansioso, inseguro por algo, difícilmente puedo acallar mis pensamientos, paso esencial para ver y percibir al otro.  Lo segundo que necesito es tiempo, detenerme para sentirme y sentir al otro. La prisa, el apuro, no permite que nada se asiente, no da lugar a que se configure entre yo y el/lo otro ese “campo interpersonal” que sólo nos pertenece a ambos. Y recién cuando pude pararme frente a ti y detenerme para sentirme y sentir cómo estabas mientras me hablabas, ¡recién ahí te pude ver! Ahí te apareces frente a mí. Ya no como espejo de mis expectativas, temores, similitudes, sino que como un otro diferente a mí, que me dice algo de sí, algo que recojo y permito que me toque, me con-mueva.

Sin embargo en nuestro país hemos sido mudos testigos de una de las experiencias más violentas y transgresoras que una persona puede padecer: el Abuso de lo más propio, íntimo y personal. Muchas mujeres en los últimos meses han sufrido el horror de esta incomprensible y aterradora experiencia. Incomprensible, pues es muy difícil entender que alguien, sea tan ciego al otro que tiene al frente; que esté tan cegado por sus propias necesidades e impulsos; que su Persona, aquella dimensión que es la que nos define propiamente humanos, donde elegir y actuar con decisión permite la actualización del ser persona, quede reducida a una mera reacción instintiva y desconsiderada hacia el otro (la otra). Incomprensible, también para ellas, pues se nos hace muy difícil poder aprehender lo vivenciado, sufrido, padecido por ellas. Todas y cada una de las dimensiones de ellas han sido violentadas. Durante el mes de julio abordaremos este tema en un seminario que nos ayudará a comprender y ayudar a quienes lo han padecido, desde la mirada fenomenológica del Análisis Existencial.

Y para poder comprender al otro y a mi mismo, qué mejor que este momento del año mitad de este  2013, para  preguntarme y preguntarles: ¿cómo está siendo este año para mí en encuentros verdaderos? ¿Me doy ese tiempo para percibirme y percibir al otro? Estos 180 días, ¿han sido tiempo con Sentido? No me refiero a si he hecho muchas o pocas cosas. Me refiero a si esas muchas o pocas cosas han sido las más valiosas para mí en cada momento que las decidí. Durante este año, ¿he estado presente en mis decisiones? ¿Podría decir de mí, que cada cosa que hice, habló de mí, de mis diferentes tomas de posición? Al pensar en mis vacaciones…¿doy mi opinión en lo que yo quisiera hacer? o me sumo a la mayoría? ¿dejo que otros decidan por mí o manifiesto mis preferencias?

La vida puede transcurrir como agua entre mis dedos, o bien puedo tomarla en mis manos y responder a su pregunta: ¿Qué decides ahora?

Percibir es captar lo esencial, ser tocado por lo verdadero, lo que está al frente de mí. Percibir es apertura a lo nuevo, acogimiento a lo que de ello me toca, reconocimiento de su legitimidad, y lo más trascendente: exige de nosotros una respuesta.

El AEP (Análisis Existencial Personal), método desarrollado por Längle sigue estos pasos: percibir, tomar posición y responder. Algo que se ve tan simple, pero que requiere, entre otras cosas de coraje, de tomar conciencia y finalmente de una acción. ¿Cuál paso me he saltado o me salto habitualmente? ¿Mis sentimientos? ¿Mi comprensión? O ¿me paso a mí por alto y dejo que sean los demás quienes decidan por mí? O en realidad decido, pero no lo plasmo en una acción concreta?

El año 2013 ya va por la mitad, y junto a la evidencia de su avance, se nos abre la promesa de lo restante como hoja en blanco. A comienzos de año muchas personas se hacen promesas, a sí mismo o a alguna deidad, respecto al nuevo año que se avecina. A mí en lo personal me gustaría desear para mí y para quienes leen esto, un camino donde seamos nosotros quienes respondamos a las múltiples preguntas que nos hace la vida, tales como: ¿Y cómo encararás esta nueva etapa? ¿Cómo harás con esta enfermedad? ¿Cómo resolverás este problema económico? ¿Qué harás ahora que fallaste en la prueba?, etc.

Son tantas las preguntas que nos salen al paso, aunque no siempre las escuchamos (y menos las respondemos) y…existir es dar respuesta!

Entonces ésa es nuestra invitación: a EXISTIR decididamente


[1] Psicólogo clínico, médico, docente en diversas universidades europeas y presidente de  la Asociación Internacional de Análisis Existencial y Logoterapia (Internationale Gesellschaft für Logotherapie und Existenzanalyse).

Michèle Croquevielle

Psicóloga Clínica
Postítulo en Análisis Existencial
Supervisora Acreditada
Directora Revista InterAmericana Existencia
Directora ICAE

michele@icae.cl


Más sobre

Tags:
Chile
Editorial
N° 1 - 2013