“Existencialmente el trabajo pasa por la dedicación y la pasión que uno le ponga” Juan Pablo López – abogado


Abogado, especialista en Derecho Corporativo, ejerce hace 11 años. Ha transitado por diversos ámbitos de su profesión hasta encontrar aquello que hoy lo “mueve”. Ex alumno del Diplomado en Análisis Existencial. Además es emprendedor, y se ha atrevido a innovar en proyectos paralelos a su quehacer profesional como la creación de un Café Literario.

El encuentro con la abogacía

¿Qué te motivó a elegir la profesión de abogado?, ¿Se cumplieron tus expectativas?

Cuando salí del colegio no tenía claro lo que quería estudiar. Comencé a trabajar con mi mamá en una notaría y me gustó, entonces decidí estudiar derecho y lo pasé muy bien. Cuando empecé a trabajar como abogado, me desilusioné del sistema que había detrás del Poder Judicial. Uno se imagina que va a entrar en grandes debates pero te encuentras con casos, y un juez que ni siquiera ha estudiado Derecho. Con los años fui conociendo distintas áreas de las leyes, anduve de un lado hacia otro con mayor o menor gusto. Hice un Magister de Derecho en la Empresa y comencé a focalizar mi carrera hacia ese lado. Hoy día me siento más a gusto, sé qué causas quiero o no tomar.

¿Cuál es el valor para de tu propio quehacer laboral en el ámbito de las leyes?

Yo aprendí por la experiencia que lo esencial es la relación con el cliente. He generado lazos que han trascendido el plano de la asesoría. Nos juntamos a conversar, a comer y con algunos ha nacido una amistad. Eso es porque hoy puedo empatizar y conocer cuál es el dolor que tiene ese cliente en su empresa. Para mí se trata de conocerlos y aconsejarlos, que perciban que hay una preocupación real; eso ellos lo valoran. Previamente hacía mi pega, me pagaban y el cliente se iba, pero quedaba con una sensación de vacío; me afectó porque empecé a sentir que se establecía una relación funcional. Hoy trato de llegar más a la persona.

En este contexto, ¿cómo llega a tu vida el Análisis Existencial (AE)?, ¿Cómo lo descubres y lo aplicas?

El AE llegó en un período en que me encontraba navegando hacia un rumbo medio desconocido sobre cuál era mi vocación. Un amigo me recomendó leer a Viktor Frankl y decidí cursar el Diplomado en Análisis Existencial. Siento que no lo aproveché lo suficiente en ese momento, pero lo valoré con el tiempo maduramente. Eso fue lo que me llevó a retomarlo y me di cuenta de los elementos y herramientas que entrega para manejarme en una entrevista con un fiscal o un juez. Puedo así tocar las fibras para poder traspasar esa muralla que se crea con los jueces o fiscales para acercar a la persona que es lo que uno busca; transmitir genuinamente lo que estás defendiendo.

Innovación y emprendimiento

¿Cuándo y por qué decides emprender en otros rubros como por ejemplo crear una cafetería?, ¿Desde dónde surgen esos intereses tan ajenos al ámbito de la abogacía, o ves algo en común?

Eso se da precisamente por traspasar la relación con algunos clientes y entrar en la esfera de la amistad. Tienen en común la parte más “emocional”, esa necesidad de generar o sentir que uno está aportando algo. En la cafetería se aúnan varias cosas, entonces cuando se dio la oportunidad, dije vamos a unir el tema de la literatura que me gusta mucho y la poesía con el tema del café. Cumplió las expectativas, puse todo para que resultara, pero económicamente no funcionó, porque al final del día el café es un negocio, no teníamos un público suficiente. Un proyecto que quise harto. Hoy emprenderé otra alternativa de café en otro lugar.

¿Qué valor tiene para ti emprender?

Crear algo distinto, darle un sello personal. Con el café dediqué hartas horas para tratar de generar un interés en el otro.  Lograr transmitir ese concepto tanto al cliente final como a la gente que trabaja contigo es valorable. Tenía claro que podía ser un éxito o no, yo no lo llamo fracaso. Hay un dicho de emprendedores que dice “a veces se gana y a veces se aprende”, y yo creo que aquí saqué harta enseñanza en este caminar por el desierto.

El gusto y la dedicación por el trabajo

¿Qué  es para ti el trabajo?

El trabajo bíblicamente está dispuesto como una obligación casi un castigo. En este sentido, mi quehacer no lo veo como un trabajo sino como el desarrollo de una habilidad, en este caso la oratoria, el análisis, el poder relacionar la memoria y conceptualizar. En mis quehaceres independientes hay que ser bueno para la venta; lo que yo vendo son mis servicios. En el café también vendo mi servicio. Y la profesión de abogado te entrega libertad porque es un quehacer de carácter liberal y uno puede trabajar en distintas áreas de forma independiente. Es clave saber dónde uno está parado existencialmente; si te toca el trabajo y te mueve, si sientes que con eso te dignificas o te apasiona.

El trabajo que una persona desarrolla en el trascurso de su vida permite contribuir de alguna manera a que ella deje el mundo un poco mejor que como lo recibió, ¿cómo te resuena esta aseveración?

Me resuena. Lo aprendí de un colega muy meticuloso que a la vez lo aprendió de su padre, un gran abogado, que no importa que tú hagas un trabajo en donde cobres diez o mil o le destines una hora o cien; hay que tratar de hacerlo siempre bajo el mismo concepto de profesionalismo. Existencialmente el trabajo pasa por la dedicación y la pasión que uno le ponga. Eso yo creo que es un aporte que uno puede hacer; el gusto por hacer las cosas bien, hay una dedicación puesta ahí, algo tuyo, como lo define el análisis existencial.

El lema “Trabajar para vivir” poco a poco se ha ido transformando en la sociedad actual en “Vivir para trabajar” ¿Cómo ves tú las repercusiones de este cambio sobre las Motivaciones Fundamentales planteadas en el AE?

Yo lo veo como un problema sociológico porque hoy la sociedad en la que estamos inmersos te llena de necesidades, ni siquiera te las crea, sino que las saca a relucir. La línea que separa ese concepto de vivo para trabajar o trabajar para vivir es súper delicada. No creo que sea sólo un tema de voluntad, porque cuando tú entras en esa dinámica es porque te prestaste y te das cuenta cuando estás con las deudas más arriba del cuello. Yo creo que pasa más por la calidad de vida que te tiene que brindar el Estado “protector”.

Por último, que mensaje enviarías a aquellas personas de nuestro país que trabajan muchas veces en áreas donde no se sienten satisfechas y donde no ponen finalmente su voluntad, y sienten el trabajo como agobiante y encarcelador.

Yo lo viví en los ’90. Hay un momento en que es difícil despertar de ese “estar prestado”, que describe el Análisis Existencial.  Es como cuando te subes al auto y no te das cuenta cómo llegaste a la casa. Pasa por un despertar interno que cada uno tiene que encontrar en su oportunidad, porque si le das un mensaje a alguien que está en otra etapa de la vida, lo más probable es que no te escuche; es difícil cuando está tan inmerso en eso. Hoy es mala la educación, en los trabajos la gente vive explotada, mal transporte público, entonces tú le pides a alguien que vive en el infierno a diario, que despierte y cambie el chip. Es muy complejo. Soy muy pesimista en ese sentido. Yo creo que pasa por un cambio de cultura radical.

Carolina Erber Soto

Periodista- Licenciada en Comunicación Social.
Formación en Consultoría en Análisis Existencia.

Magíster en Análisis Existencial.

Diplomado en escritura audiovisual, mención documental.

Santiago, Chile.

caroerb@gmail.com, instagram @caroerber

Más sobre

Tags:
Chile
Entrevista
N° 12 - 2015
Trabajo - Work