El Sentido: una pregunta que lleva tu nombre

Meaning: A question with your name on it


Estimadas y estimados lectores:  

Si usted se puede identificar conmigo en este punto, probablemente ha pasado algún tiempo en su vida preguntándose y tal vez preocupándose por preguntas como “¿por qué estamos aquí?” y “¿cuál es el propósito de la vida?” Estas preguntas surgen a veces por la curiosidad de una mente filosófica, y a menudo emergen ante situaciones de crisis, pérdida y devastación. También sospecho que hacer estas preguntas les puede haber llevado por un camino de mayor confusión o misterio, en lugar de uno de claridad. Recuerdo incluso cuando era niña que sentía, en el fondo, que las preguntas del sentido último seguirían siendo un misterio para mí.  Crecí en una comunidad de fe donde existían narrativas del sentido.  Sin embargo, me dolía la cabeza y sentía inútil el preguntar por qué.  Al mismo tiempo, a menudo podía sentir en mi conocimiento subjetivo una profunda sensación interior de estar aquí por algo, de modo que vivir mi vida se sentía significativo.  

Una sensación de desilusión, de que la vida no tiene sentido es un tema común que se presenta en mi oficina de psicoterapia. Por ejemplo, me encuentro con un hombre de 40 años al que llamaré Marco. Marco es un individuo inteligente y educado, con estudios y una personalidad agradable, pero ha padecido una enfermedad mental desde sus días en la universidad (20 años atrás) y nunca ha mantenido un trabajo por más de un año. Antes de su primer episodio delirante en la adultez temprana, su vida le parecía que estaba en un camino recto. No se preguntó de qué se trataba la vida ni por qué estaba allí. Tenía una carrera para la que se estaba preparando, una religión que practicaba y la expectativa incuestionable de que se casaría y tendría una familia. Marco ahora se encuentra lamentando la pérdida de estas expectativas. También se pregunta, con angustia, si la vida puede sentirse significativa sin una esposa e hijos, sin la carrera que solía imaginar para sí mismo, y sin la certeza que tenía sobre su devoción religiosa.  

También trabajo con Sandra, una joven de 22 años quién perdió a su único familiar inmediato, su madre, hace varios años cuando era adolescente. Sandra sobrevivió esta pérdida y recibió apoyo en su dolor de varios familiares y un consejero de duelo.   En la actualidad, muchos aspectos de su vida aparecen desde afuera, estables. Ella ha estado en la escuela para ser enfermera; tiene un departamento donde vivir; algunos amigos que no sospecharían cuánto sufre. Sin embargo, Sandra está abatida y cuestiona el propósito de su vida. Ella se dice a sí misma que quiere ayudar a la gente y es por eso que debe ser una enfermera. A pesar de todo Sandra se confiesa a sí misma que no experimenta sentido. Ella está preocupada por la pregunta: ¿Por qué la vida me hace esto? ¿Vale aún la pena el vivir la vida? ¿Por qué me convertiría en enfermera si las personas morirán de todos modos? Sandra no ha vuelto a sus pasatiempos anteriores como pintar y la repostería, y percibe que la compañía de sus compañeros de curso y la compañía de sus familiares es irritantemente superficial.  

Desde la mirada analítico-existencial, nosotros, como seres humanos, estamos capacitados fundamentalmente para el diálogo, con nosotros mismos y con la vida. No sólo hacemos preguntas sobre la vida, sino que la vida nos plantea preguntas hacia nosotros como personas, incluida la pregunta  por  el  sentido. Frankl se refirió a este intercambio en nuestro dialogar con la vida como el giro existencial. En este giro, podemos pasar de preguntar, ontológicamente, ¿cuál es el sentido último de la vida?, a dejarnos ser preguntados por la vida. Somos libres de dar nuestra respuesta a través de nuestro ser. En cualquier situación dada, para encontrar sentido, tenemos que discernir la posibilidad más valiosa. El sentido existencial es el sentido personal que emerge en las situaciones específicas en las que nos encontramos.  

En nuestro trabajo psicoterapéutico, Marco comenzó a reflexionar sobre cómo disfruta su trabajo voluntario en una organización de toma de conciencia de salud mental. Primero se involucró con la organización como cliente en un grupo de apoyo y ahora está preparándose para ser un facilitador y educador comunitario. Aunque no encaja con sus suposiciones previas sobre lo que sería una “buena vida” para sí, Marco ha comenzado a sentir que es valioso y satisfactorio para él participar en este trabajo, que es personalmente importante y significativo. En un giro sorprendente desde la perspectiva exterior, Sandra ha detenido sus estudios de enfermería por el momento. Se dio cuenta de que se sentía forzada a seguir con la profesión. En su lugar, Sandra está trabajando en un supermercado y tomándose tiempo para el arte y la repostería y para reconectarse con sus amigos. Paradójicamente, al dejar ir su objetivo lógico de convertirse en enfermera, Sandra comienza a percibir que su vida puede tener sentido en el contexto de sus relaciones interpersonales con otros. Aunque todavía no está segura de si completará su estudios de enfermería, sabe interiormente que amar y ser amada le da un sentido de orientación por el momento.    

Este número de Existencia ofrece varias oportunidades para reflexionar sobre la experiencia del significado: esto incluye una revisión del libro de Frankl, El Hombre en Busca de Sentido, basado en sus experiencias en un campo de concentración Nazi; un estudio de caso inspirador sobre adicción y sentido en la psicoterapiauna oportunidad para encontrar las posibilidades del sentido después del reciente terremoto devastador en México; y una exploración del sentido y la espiritualidad en los adultos mayores.  

A medida que recorre este número de Existencia, los invito a reflexionar sobre su propio sentido vivencial a medida que discierne sobre lo que es más valioso en cada momento. Permítanse hacerse las poderosas preguntas: ¿Qué me pide la vida? ¿Cómo puedo contribuir?; ¿Hay algo que me necesite? ¿Para qué es este día? ¿Dónde pertenezco? La vida nos llama por nuestra contribución, nuestra presencia. ¿Percibe usted que le está pidiendo algo o alguien? ¿Dónde le pide algo hoy?  

Dr. Janelle Kwee, Psy.D.

Registered Psychologist (R.Psych., BC)
Existential Analysis Society of Canada
Trinity Western University 

janelle.kwee@twu.ca

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Diálogo Existencial - Existential Dialogue
Editorial
N° 22 - 2017
Nº 37 – 2023