LA MUJER ROTA Beauvoir, S. (2017). La Mujer Rota: Editorial Penguin Randon House; Buenos Aires.

THE WOMAN DESTROYED Beauvoir, S. (2017). The Woman Destroyed: Editorial: Penguin Randon House; Buenos Aires.


Simone de Beauvoir, escritora francesa, profesora, defensora de los Derechos de las Mujeres, filósofa de corriente existencialista. Su obra más destacada fue el “Segundo Sexo”, además de otros escritos como: novelas, monografías, ensayos y biografías entre otras. Pareja y compañera por cinco décadas de Jean Paul Sastre.
En la actualidad cada vez más mujeres tienen voz en la vida pública, ocupan cargos importantes en el gobierno, algunas son científicas, e incluso han descubierto estrellas en el cosmos. No obstante, Simone nos invita a reflexionar y mirar que aún existen otras mujeres. Mujeres que se sienten rotas o peor aún, que no lo saben. Al leer este texto, llama enormemente la atención que la protagonista nunca se mostrara, que no se permitiera descubrirse a sí misma, que se negara a ver, enfrentar y cambiar su vida. Por todo esto, la narración no me deja indiferente, me genera una mezcla de emociones entre enojo, compasión y tristeza, sobre todo por su pasividad que la petrificaba hasta romperla.
La Mujer Rota, es una obra que se compone de tres narraciones; primero “La Edad de la Discreción”, segundo “Monólogo” y “La Mujer Rota”,-siendo esta última analizada en esta reseña-. Son tres historias ficticias que presentan una situación común contadas a través de tres protagonistas víctimas de un sistema patriarcal, cuyo sistema las educó para ser madres y esposas por sobre cualquier otro rol, incluso sobre sí misma. No obstante, este proyecto de vida se ve interrumpido por su núcleo familiar, que conlleva o como refiere la autora, al sentimiento de que han “fracasado”.

En La Mujer Rota, Monique es dueña de casa, con veinte años de matrimonio, su esposo Maurice de profesión médico, con dos hijas; Lucienne y Colette, cada una de ellas con vidas independientes. Monique defensora de la “fidelidad integral” y “pareja ejemplar”, cuyo matrimonio es truncado por infiledidad de parte de su esposo. Dada esta crisis y, considerada una relación pasajera, la protagonista se inmersa entre recuperar a Maurice y defender lo que considera propio, sin embargo, en esta búsqueda se da cuenta que vive siempre para los demás y a través de ellos, y así seguirá haciéndolo, porque no puede “vivir para sí misma”(p.116)

Monique, siempre vivió de acuerdo a las expectativas de los otros, su padre la refiere como; “Eres de buena calidad”(p.136) y Maurice confiaba en su juicio, “esclarecido e ingenuo”(p.129). Estos atributos de benevolencia se van desmembrando cuando Monique comienza a indagar la vida de la amante de su esposo, Noëlle, con el objetivo de desenmascararla ante Maurice. Cuya mujer es profesional “abogada exitosa”, frívola, que vivencia su sexualidad libremente, sin compromisos a largo plazo. Estas cualidades despiertan en ella envidia, sobre todo porque Maurice las exalta, pero ¿Qué es lo que Monique envidia de la amante de su marido? Desde luego, de su ser como mujer no tiene cómo validarse ante Maurice, puesto que la validación es por ser madre abnegada y devota esposa. Sufre porque considera una injusticia que después de haberlo amado incondicionalmente a Maurice desde muy joven, y de renunciar a su propio desarrollo personal, queda en el “papel de mujer casera, amante y resignada que se deja en casa” (p.128). Situación que la desencaja, ¿cómo puede hacer un cambio en su vida si es lo único que conoce? Lo construido por un “nosotros” y del compromiso por seguir en ese proyecto, no está dispuesta a renunciar a un acuerdo que fue gestado en otro momento.

En ocasiones, Monique evita el problema y se queda en silencio. A veces expresa el sufrimiento que vivencia a Maurice, pero al momento se siente avergonzada, se acusa de “cobardía” y poco “prudente”. Por lo que se cuestiona en qué ha fallado ella, cuál ha sido su responsabilidad. Asimismo, surgen sentimientos de culpa, desprotección y aparece el temor constante de perderlo. Por más que acude a amistades para responder a preguntas que la acosan y desorientan “¿Quién soy? ¿Y cómo saber? Este es el tipo de preguntas que es inútil de plantear, nadie se atreverá a contestarme”(p.163). Al enfrentarse a la pregunta por el sentido de su existencia, intenta buscar las razones por las que hoy se encuentra en una encrucijada, y buscando salidas a través de amistades. Inconsciente ante la pregunta que la vida le hace, sin responsabilidad frente a lo sucedido, sin compromiso activo y decidido.

Así también, apela al tiempo, “¿Y qué otra cosa tengo?” (p.172) aferrada a un pasado de vida feliz, solo espera que se resuelva, es decir, que su esposo se canse con esta relación, que al contrario, se fortalece e intensifica. No puede aceptar la situación que vive hoy, lo que hace que se encuentre soportando y esperando que su marido termine pronto ese affaire. Situación que la mantiene a la espera de que suceda algo siempre, pero desde el otro. De modo que, no le es posible hacerse cargo de lo propio y dejar lo propio de Maurice o Noëlle. Queda imposibilitada de mirarse y vivenciarse en lo más profundo de su ser. No se permite ser ella, se abandona, no puede decir nada, guarda silencio, espera, no puede mostrar nada de sí.

La Mujer Rota, libro escrito en el año 1968, en aquel año, existían revueltas en el mundo por la liberación femenina y cambios de paradigmas. Antes bien, Simone nos sorprende con una historia de tres mujeres que no son heroínas ni liberadoras, al contrario, tres mujeres que viven sometidas en sus relaciones, sin la capacidad de hacerse cargo de sí, con inasibilidad de ser persona y ausencia de acción en el mundo, ausencia de una respuesta al estar siendo interpelada por la vida.

De las tres narraciones, elegí ésta, no por la dramatización sino porque siento que Monique representa a muchas mujeres de la vida diaria que enfrentan rupturas y crisis matrimoniales, para algunas de ellas es una posibilidad de encontrarse a sí misma, mientras que para otras se encuentran abatidas entre: dudas, vergüenza, soledad y vacío, al igual que Monique se sienten perdidas y sin esperanza, a pesar de haber entregado su vida a su marido, hogar e hijas. Antes bien, no podría dejar fuera la crianza y la cultura en que se encuentran inmersas, roles definidos, solapadamente impuestos, que en todo momento pareciera que son una elección de vida.

Solange Miranda

Psicóloga Clínica
Formación Postítulo en Análisis Existencial

solange.miranda@gmail.com

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N° 24 - 2018
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