Exhumación del Olvido, Bruno Serrano, editorial Ceibo


Por Michèle Croquevielle.

Una querida amiga (Patricia), de aquellas que no habían nacido para 1973, llega a almorzar con un libro de un tamaño inusualmente grande, que me recordó esos libros infantiles para colorear. Así de grande: es una recopilación de las noticias desde inicios de 1973 hasta finales del 1989. Se lo pido para hojearlo, y recién ahí caigo en la cuenta que no sé casi nada (detalles) de ese período.
El año 1973 lo comencé con 10 años de edad. Ese año mis padres se separan y nos cambian a un colegio nuevo, católico, de élite. Mi mundo personal se quiebra dramáticamente y mi mundo externo también. Pero ocupada en mi sobrevivencia emocional, me voy hacia adentro, además protegida por la burbuja social en la que nos instalan. Colegio de monjas, barrio alto. Además vivíamos en las afueras de Santiago.
“Exhumación del olvido” es para mí y para todas y todos aquellos que por diferentes razones quedamos al margen de esta tragedia.
Su autor dice al inicio: “Exhumación del olvido provee memoria a quienes no vivieron aquel tiempo tortuoso de Chile, ya sea por ceguera voluntaria, juventud, exilio o porque aún no nacían”.

El formato elegido es notable: gigante. Que no haya dudas. Que se imponga. Que no pase desapercibido. Que no se olvide…Que no nos olvidemos…
En blanco y negro y de papel áspero, como áspero fueron esos años.
Con fotografías periodísticas que narran lo inenarrable, que describen lo indescriptible.
Bruno Serrano, su autor, hace una gran recopilación histórica, ordenada, secuencial, que nos permite ir desde los inicios inocentes (cuando por ej. Allende nombra a Pinochet como su comandante en jefe), hasta caer en los abismos más sangrientos del odio y el terror de ambas partes (la tortura, delación, asesinatos).

Me sorprende y conmueve cómo este libro dignifica a las personas: aparecen con nombre y apellido cada persona que hasta ahora ha podido ser identificada (de los asesinados, torturados, desaparecidos): nos son “5 personas las que”…son los hermanos Raúl y Adolfo Leveque Carrasco, Jorge Altamirano, Lucio Anguilo y René Burdile Almonacid, por ejemplo. Es una forma de reconocimiento, de sacarlos del anonimato de relevarlos en su dignidad. Consideración y Trato Justo, plantea el Análisis Existencial entre las 3 condiciones fundamentales para la dignidad de las personas, y es lo que ofrece el autor.

Para mí ha sido muy “instructivo” conocer también algunas declaraciones (todas muy bien fundamentadas en la bibliografía de esta obra) de personajes de la política como
Sergio Onofre Jarpa (8 de octubre `73): “Es lamentable que hayan muerto todos esos chilenos, pero mucho más gente muere en un terremoto” (en entrevista a diario Excelsior de México); o las de Eduardo Frei Montalva (10 de octubre 1973) en entrevista al diario ABC de Madrid: “…los militares han salvado a Chile, a todos nosotros…Cuando un gobierno actúa como lo hizo Allende, el derecho al levantamiento se convierte en un deber”. En el Diego Portales (8 de enero ´74) Pinochet declaraba “Me he preocupado de levantarlos desde la dignidad misma: la palabra obrero será borrada del léxico chileno”. Manuel Valdés, dirigente de la SNA decía al diario Der Spiegel de la RFA, en marzo del ´74: “Las masas deben sufrir aún mucho más dolor, hambre y miseria, hasta que comprendan la necesidad de una élite inteligente que ha de controlar sus vidas”, decía.
Pero también hay otras declaraciones como la de la ex ministra de Pinochet, Mónica Madariaga que diera a la revista ANÁLISIS (que describe la entrevista como “conmovedora”), en noviembre del `95: “Pido perdón por tantos perdones que en este país no se han pedido, porque yo estoy asumiendo responsabilidades que no se han asumido, porque yo colaboré y estuve en el centro de cosas que no han sido buenas”.

La libertad de elegir, de decidir, tan propia de la esencia humana, y destacada por los enfoques existenciales como el AE, también fue abruptamente coartada en otros ámbitos. Desde mi ignorancia y desconocimiento no sabía que se habían prohibido el ingreso de libros de determinados autores como García Márquez, Vargas Llosa y Julio Cortázar entre otros (sí que se habían quemado muchos). Y de Joan Manuel Serrat (lo devolvieron a su patria desde Pudahuel en `89). También me recordó que se vetó una canción peruana, romántica, del Festival de Viña porque su letra decía 30 veces No (para la época del plebiscito).

Junto con la tragedia de los derechos humanos, es un repaso a los otros eventos que también modificaron la cara de nuestro país: crisis económica de los `80, la privatización del país, municipalización de la educación, creación de universidades privadas (General® Mendoza declara que la PAA no es un antecedente absoluto. “Yo soy más partidario del semblanteo para calar a las personas”, a propósito de su participación en la creación de la Universidad Las Condes (actual del Desarrollo), en 1988.
Nuestra identidad cambió. Una generación completa (la mía) construyó su identidad al alero de una país con dueño. Todo tiene dueño. Y el sueño es ser dueño (de cosas, empresas, etc), todo tiene precio, todo es comprable (¿no dijo Sebastián Piñera que nada es gratis?) es decir, la oda al individualismo supremo. Lo común desaparece. La salud se privatiza, las pensiones ídem. Cada uno se rasca para sí mismo. Esta noción heideggeriana de ser-en-el mundo, de un Tú frente a mi Yo buberiano, se hace trizas. No hay un tú, no hay otro mundo que no sea el propio, pero si lo vislumbro al otro, es para mi provecho, es decir, lo percibo en su Valor Funcional (y no en su Valor Propio).
Esto se percibe en las declaraciones mencionadas anteriormente: las personas son vulneradas, eliminadas, utilitariamente, para alcanzar un fin. El fin justifica los medios.

Este libro debiese ser llevado a TODOS los colegios del país, y su contenido repasado en clases de educación cívica, religión, ciencias sociales, filosofía, psicología.

Gracias Patricia por tu regalo, pues al obsequiármelo, sin tú saberlo, me regalaste una fundamental pieza del puzle que me faltaba de mi historia.

Es nuestro deber para con las generaciones nuevas,
para que sepamos los que no pudimos saber,
para que no olviden los que supieron.

Michèle Croquevielle
Psicóloga Clínica
Directora Ejecutiva ICAE
michele@icae.cl

Michèle Croquevielle

Psicóloga Clínica
Postítulo en Análisis Existencial
Supervisora Acreditada
Directora Revista InterAmericana Existencia
Directora ICAE

michele@icae.cl


Más sobre

Tags:
Chile
Nº 8 - 2014
Reseña
Reseña Libro - Book Reviews