Ética y Conciencia Moral: la Persona en todo ser humano, por Michèle Croquevielle


Estimadas y estimados lectores

En esta oportunidad hemos querido reflexionar respecto a un tema de mucha profundidad y envergadura. Lo primero pues atañe a lo más esencial del ser humano, y lo segundo pues es transversal (en edad, cultura, profesión, etc).
Luego de ver la irrupción en el estadio Maracaná para el mundial por algunos connacionales argumentando: “lo hice porque pude”, evoco otras respuestas en otros ámbitos: “lo hice aprovechando un vacío legal”, o “si no está prohibido, está permitido”, etc. Todas estas respuestas nos hablan de sujetos que han sido educados, que se han desarrollado en un modelo de individualismo tal, que el otro o los otros desaparecen frente a su mirada. Lo grave de esto es que ante esa ausencia del otro, su propio sí mismo, su propia persona, queda inconclusa. La conciencia moral, como nos describe Gabriel Traverso en su artículo Ética y moralSuperyó y conciencia es justamente la esencia de lo más propio y auténtico desplegándose en relación a sí mismo y al otro. Es decir, no basta con que “yo pueda algo” para realizarlo, pues además debo considerar a quién/qué afectará. Y el referente debe ser o al menos incluir a mi propia persona. ¿Me parece correcto esto? ¿Me parece justo, más allá de lo que diga el mercado o la ley? La ley (normas, marcos) es el superyó o loqus de control externo. Es los padres cuando uno es pequeño, hasta que mi propia autenticidad, esencialidad se devela, despliega, aparece. Esto que puedo hacer ¿me refleja? ¿me describe a mí? Más aún, si es correcto para mí ¿lo sería también para los otros?

Don Tircio, un maestro que conocemos y que ha hecho algunos trabajos en casa nos cobra X por determinado trabajo. Incrédulos por lo poco, y por las horas que le tomó llevarlo a cabo le volvemos a preguntar. Y ante su afirmación nos preguntamos si nos parecía eso correcto. Claro, es lo que paga el mercado, es lo que los maestros cobran…pero ¿nos parece correcto, justo? A nosotros?
Actualmente veo un gran vacío en esto: algunos padres enseñan a sus hijos que es la “ley del mercado”, que “si no te aprovechas, se aprovecharán de ti”, que “es la ley del más fuerte” etc., y esos hijos crecen como en una competencia de quién llega primero, sin ver ni considerar a quien está a su lado. Y sin un referente personal, que haya emergido de sí mismo.

En el artículo Ética en la psicoterapia…ética en el encuentro desarrollo este tema pero llevado a ese especial momento y lugar como lo es el encuentro psicoterapéutico. Cómo cautelar, que por alcanzar ciertos objetivos deseados, no vaya a transgredir, pasar a llevar o incluso pisotear a quien se ha confiado en nosotros. Por la jerarquía que allí se establece (a mí me piden ayuda, por lo que se supone que yo soy, en ese lugar, más fuerte), se puede abusar emocionalmente e incluso sexualmente, como ya se ha sabido de casos.
En las empresas esto aparece incluso más ampliamente, pues aquí no sólo se trata de la ética al interior de ésta (relaciones laborales), – donde incluso se habla de “recursos humanos”, es decir, el sujeto como un valor funcional, utilitario para esa organización – sino que también entre ésta y su entorno (léase clientes, medio ambiente, etc). Norma Hernández, colega analítico-existencial de México nos encamina a ver esto en Ética en las organizaciones, un pilar escondido.

“Mi desafío ético es mantener la coherencia entre mi vida pública y privada”, dice Lucas, joven sociólogo, en la entrevista realizada por Carolina Erber. En ésta plantea que su profesión la ha encauzado (de manera admirable, debemos decir como equipo editor) a luchar por políticas éticas entre los trabajadores más vulnerados, en sus condiciones mínimas laborales (¿se acuerdan del paro portuario porque no les querían conceder ni pagar media hora a estos trabajadores para almorzar?), así como en investigar e incidir en políticas de salud laboral.

Para finalizar elegimos para este número el libro 21 Sueños, por tratarse de un bello y magnífico reconocimiento al valor propio de 21 personas (y sus respectivos sueños). Constanza Iturriaga en su reseña nos muestra cómo los creadores de este libro fueron capaces de detenerse frente a cada uno de ellos (chilenos anónimos) y descubrir todo un mundo que se refleja en aquella esencialidad que les es propia. Sólo si me detengo frente a mí y frente al otro puedo apreciarlo en su propia valía, su propia belleza, su propia riqueza. Y si lo hago ¿seré capaz de pasarlo por alto?, transgredirlo? utilizarlo para mi propio beneficio?

Amigas, amigos, los invitamos a vivir una vida en coherencia con su conciencia moral y éticamente, en los diferentes ámbitos de su existir. Que lo que hagamos nos refleje en nuestra propia autenticidad, que lo que hago en casa y en el trabajo vayan en la misma línea. Que mi discurso teórico, ideológico, ético, sea igualmente aplicado con mis subalternos, hijos, pareja, clientes. Que mis acciones hablen de mí y que reflejen lo que desearía para toda la humanidad.

Michèle Croquevielle
Directora
Revista Existencia, vivir con Decisión
michele@icae.cl

Michèle Croquevielle

Psicóloga Clínica
Postítulo en Análisis Existencial
Supervisora Acreditada
Directora Revista InterAmericana Existencia
Directora ICAE

michele@icae.cl


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Chile
Editorial
Nº 7 - 2014